jueves, 21 de febrero de 2008

/cambio de enlaces (Museo de Chacras)



Agregué un link al Museo de Chacras de Coria (MuCha) de Mendoza, y suprimí el de la webcam que hace tiempo quedó off line (lamentablemente).

Chacras de Coria es una zona que está a pocos minutos de Mendoza, 20 o media hora, no más. Se caracteriza por ser una zona de muchas bodegas, museos y donde se concentra gente de alto poder adquisitivo, por lo que suele haber restos, pubs, etc acorde al nivel. Y por lo general de buen gusto.

Entrada al museo:


El MuCha es un museo nuevo, inaugurado el año pasado, dedicado a exposiciones de artistas contemporáneos, con un concepto de ambientación muy moderno (excelente música) en todo sentido.
No es de grandes dimensiones, pero las exactas para lo que parece proponerse, un encuentro entre intimista y familiar, y su arquitectura rústica acompaña esa idea.
Supe de este museo gracias a Silvia, una mendocina muy cálida, que me alquiló su apartamento la última semana, bastante entusiasta de todo lo proveniente de las artes plásticas (su formación en diseño no está porque si), me lo recomendaba reiteradamente.
Si no fuera por ella quizás ni me hubiera enterado, he comprobado una vez más, que muchos mendocinos desconocen su lugar, ergo pude haber caído en la trampa de la desinformación.


Vista interior


Siguiendo esa tendencia de los museos actuales, ofrece cursos, boutique (muy buena), un servicio de cafetería con sillas en el exterior, una sala para proyección de videos, y además promueve espectáculos de artistas mendocinos por las noches.
La entrada no es cara, al menos en enero estaba a $3 argentinos.

En ese momento, la exposición abarcaba una tendencia de artistas abstractos, que en general me gustaron.
El museo no sólo abarca pintores, sino también escultores, aunque menos en esa oportunidad.

Una de las cosas mas interesantes que vi, es que en la parte de arriba, en una vitrina hay una muestra con etiquetas de vinos, y una exposición de las fotografías correspondientes para ver como lucen en las botellas. Un concepto interesante, la publicidad como objeto de arte, y con algo muy representativo de la zona, como son los vinos.

También arriba hay con unos sillones comodísimos, para sentirse como si estuvieran en su casa, tanto para apreciar las obras, como la vista panorámica al exterior, o para tomar algo.
No quise sacar fotos, se sentía una muy bien. Estaba con Silvia y con unas amigas, dejamos que el tiempo nos atravesara, conscientes de esa descontracción en un lugar que genera complicidades varias. Ánimo envolvente.

Nadie te apura, no sentí miradas de vigilantes tan atentos que distraen como hay en algunos museos. (No se si por displicencia o por tacto).

La boutique, podría ser un 'paramuseo' tiene material de muy buen gusto, que hasta daría para otra exposición. Allí, Lu y yo, nos colgamos, absortamente con un libro de David Byrne, Strange ritual, con fotografías entre costumbristas y testimoniales de diversos lugares visitados, además de escritos y algunas poesías. Lo leíamos en silencio, lo mas detenidamente que podíamos, creo que a Lu leerlo le provocó lo mismo que a mi, el goce de la lucidez prestada.

Afuera donde están las mesas del servicio de cafetería, un lugar que invita a no levantarse más, nos esperaban Silvia y Ave. También ahí nos tomamos nuestro tiempo, conversando, sacando fotos, dibujando en servilletas.

En suma es paseo que recomiendo, por el entorno, y el museo en sí mismo.

Un habitué de las afueras del museo







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